“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Nada Angel que te entiendo la envidia siempre existira. Y ese que te ha copiado sabe de sobra que lo ha hecho,y no ha salido de el.
ResponderEliminarEso es verdad. Tienes toda la razón del mundo. A pesar de que otros le aplaudan sus escritos él sabrá que, en realidad, eso no ha sido fruto de su imaginación. Gracias, Celia.
EliminarEs que las cifras "cantan" y la rabia campea a sus anchas.
ResponderEliminarEstá claro.