Y tantas cosas por contar.
Silencio que irradia chispas
de soledad.
El espacio crece entre los dos,
A las horas
les cuesta perderse,
con un "hasta siempre",
en la niebla absurda
de memorias compartidas.
Se arrastran
fatigadas,
rogando una explicación
por ignorarlas.
La luz, una oportunidad.
Caminando a tientas
por la oscuridad
de la aventura,
ya sin emoción.
De la nada.
Nada que decir.
Entre un trago y otro,
de nostalgia por lo que se fue
y no volverá,
se ahoga la pasión,
al fondo del vaso
vacío.
Ángeles Córdoba Tordesillas. ©
Edward Hopper. |
Hopper y tus letras, buena combinación en este caso.
ResponderEliminarHopper y dos vidas que ya no tienen nada en común, ni siquiera el roce de la tristeza por lo perdido, ni una mirada de despedida.
Nada. Cuando no queda nada y dos se empeñan en que parezca que aún les une todo. Llámalo costumbre, rutina, bienes comunes, etc. Triste pero... sucede en las mejores parejas.
EliminarGracias, Arantza.