Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

2 oct 2015

BROMEANDO

No es verdad, las bromas no se gastan.
Puedes usar todas las que quieras.

Ángeles Córdoba Tordesillas. ©


6 comentarios:

  1. Jajaja, qué imagen tan buena y entrañable, y tus palabras tan certeras. Que no perdamos nunca el sentido del humor ni las ganas de gastar bromas.
    David Córdoba

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    1. Los cinco sentidos nos comunican con el mundo exterior. El sentido del humor, el común, el del amor... son los sentidos que mejor nos orientan hacia el mundo de los demás.
      Gracias, David. Feliz y descansado fin de semana.

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  2. Desde luego que si. Las bromas, tienen sentido del humor y nos alegran la vida.

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    1. Nos la alegran siempre, es verdad, mientras sean de buen gusto. Gracias, Celia.

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  3. Se gastan las que se usan, preferiblemente las "indoloras", las hay también de mal gusto, incluso de pésimo gusto, pero las "buenas", suelen ser muy graciosas y no tienen por qué molestar.

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    1. Creo que además de lo que tú comentas, el momento es una variable importante. A una determinada persona le puede agradar o no la misma broma según el momento.
      Gracias por compartir conmigo, en tantos momentos, tu buen humor, Manolo.

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