“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Jajaja, qué imagen tan buena y entrañable, y tus palabras tan certeras. Que no perdamos nunca el sentido del humor ni las ganas de gastar bromas.
ResponderEliminarDavid Córdoba
Los cinco sentidos nos comunican con el mundo exterior. El sentido del humor, el común, el del amor... son los sentidos que mejor nos orientan hacia el mundo de los demás.
EliminarGracias, David. Feliz y descansado fin de semana.
Desde luego que si. Las bromas, tienen sentido del humor y nos alegran la vida.
ResponderEliminarNos la alegran siempre, es verdad, mientras sean de buen gusto. Gracias, Celia.
EliminarSe gastan las que se usan, preferiblemente las "indoloras", las hay también de mal gusto, incluso de pésimo gusto, pero las "buenas", suelen ser muy graciosas y no tienen por qué molestar.
ResponderEliminarCreo que además de lo que tú comentas, el momento es una variable importante. A una determinada persona le puede agradar o no la misma broma según el momento.
EliminarGracias por compartir conmigo, en tantos momentos, tu buen humor, Manolo.