Pues fijaos qué suerte tengo…¡el protagonista es mi vecino!
Ángeles Córdoba Tordesillas ©
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Pues vaya faena !!!! Un abrazo,
ResponderEliminarDavid Córdoba
¡Buenos días, David!
EliminarBah, no lo creas... hay cosas peores, como por ejemplo que dejen un grifo abierto y se te inunde la casa, que olviden cerrar el gas y haya una explosión, un terremoto, un incendio, un... Ejem, ya paro.
Gracias. Feliz fin de semana a todos. Otro abrazo.
Dejale un mensajito para cuando vuelva del tipo "Gracias por despertarme todos los días a las 6,45, capullo". Qué hijo de su madre que en gloria esté.
ResponderEliminarPues la verdad, no sé dónde estará su madre... Quien nace despistado, nace despistado y las madres tienen poco que ver en eso, creo...
EliminarCuando vuelva, el buen hombre, descansado y feliz, le pediré que para la próxima lleve el despertador consigo que también puede necesitar unas vacaciones...
Gracias, Manolo, por velar por mi descanso.
las madres, seguro que no, ya lo sabemos; perro la expresión viene al pelo, y en el fondo, o en la superficie, no creo que nos metamos con su madre. En Andalucía se lo dicen con cariño. Pero no es mi caso, jajaja.
EliminarYa noto que no es tu caso, Manolo. Gracias.
EliminarNo quiero pecar de vengativa, pero... ¿No tienes algún viajecito que hacer?.
ResponderEliminarYa sabes, un potente despertador programado a las 6 de la mañana justo en la pared que linde con la suya.
Así... como quien no quiere la cosa. Verás como para la próxima se acordará de desconectarlo. Jajajaja, estoy quedando fatal, ya lo sé!!
Qué risa me ha dado leyendo esta sugerencia tan maquiavélica como magnífica, Arantza. Pues en estos momentos no tengo ningún viaje en proyecto pero la recordaré, por si acaso recibo una invitación para algún crucero uno de estos años. Nunca se sabe. Gracias por hacerme reír tanto.
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