-Tonta, tonta de mí, por haber vuelto a creer en él.- Y se golpeó tanto la cabeza por el enfado que se le quedó triangular.- ¿Qué le voy a hacer... cómo me prevendré contra él y sus engaños? A partir de ahora, con la cabeza como un triángulo, intentaré estar lo más atenta posible a sus embutes y líos para no tener que disgustarme otra vez, y que la cabeza se me quede tiesa o abollada de tanto golpearla. A ver si aprendo por dónde me viene el aire o llega este bandido, disfrazado de todo menos de forajido, a trasquilarme . ¿Cómo iba yo a suponer que alguien en quien confiaba ciegamente, iba a engañarme de esta manera? Puede ser que sea demasiado inocente, como dice la gente o él demasiado engañador... como digo yo.
-Claro, a ver si espabilas, que alguien que es capaz de negarte una evidencia durante años, que resultó cierta, ¿cómo no va a conseguir de ti lo que quiera?-Le dice fulanita, amiga de la ingenua.
-Manipulación llamo yo a eso-dijo Purita- mirar sólo por los intereses propios a costa de lo que sea, así se chinche y rabie o le de una crisis de ansiedad galopante, con ataque de llanto incontrolable.
Aquél engañador, astuto como el hambre, nunca se sintió responsable de sus engaños, normal, suele pasarle a la gente de laxa conciencia. ¿Para qué... si quizá pronto lo volvería a hacer o al menos a intentarlo? Total, ¿qué importancia tiene ser deshonesto con quién siempre te es leal y confiado, si a cambio consigues los objetivos deseados? ¿Tiene castigo eso, acaso, para alguien que dejó de creer en el infierno?
Así, vamos algunos por la vida. Unos engañados y otros engañadores. "Bobos" los primeros, por ser demasiado inocentes, "listos", los segundos, por ser demasiado lobos.
Corderos confiados, como Purita, que balan cuando algo les duele… y balan, a pesar de que seguirán confiando, ineludiblemente, pues ésa es su naturaleza. Y estos corderitos confiados, también, a pesar de los pesares, serán siempre leales a ella.
Ángeles Córdoba Tordesillas ©2014
Fotografía, de Purita, hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
En todo el mundo hay Puritas y Puritos, de los que engañan y de los que se dejan engañar aun a sabiendas de que los engañan. Divertido y original tu relato Ángel.
ResponderEliminarGracias Manolo, por tu comentario.
EliminarSí, en este aspecto tampoco el sexo no es algo diferencial. Se trata de personas. Algunos son engañados no a sabiendas, al menos no de forma consciente... algunos lobitos son verdaderamente sagaces.
Y algunos corderos dan demasiadas oportunidades.
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