Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

22 jul 2015

LA CÁSCARA Y LA HORMIGA

Una cáscara de pipa de girasol,
ya vacua de sentido,
apenas un instante de placer
por el delicioso gusto de su contenido
y descansa en paz por toda la eternidad.

Un momento…
veo pasar una señorita negra,
con carga en la espalda...
Hormiga aprovechadora
encaminada hacia el hormiguero
con la última adquisición
en el Mercadona de las hormigas.
Ha sabido encontrar una buena oferta.
y bastante natural.

Ellas son así, ecologistas.
Aplausos de mi parte.
Toma mi wasap,
envíame un mensaje cuando llegues, guapa,
para quedarme tranquila,
y nos quitaremos, las dos,
un peso de encima.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©

Acuarelita hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

2 comentarios:

  1. Son majas las hormigas, hasta hace poco las tenía hasta cariño.
    Hasta que se nos ocurrió plantar césped y se han puesto moradas todo esta primavera y lo que llevamos de verano, de semillas. Yo creo que en los hormigueros hay reservas hasta dentro de dos años mínimo.
    Tú que eres amiga de ellas ¿no podrías decirlas que se vayan a otro jardincito?
    Gracias.

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    Respuestas
    1. Espera que me concentro y les envío un mensaje desde mis patillas hasta sus antenas...
      Que dicen que sí, que se irán por donde vinieron y os dejarán el césped donde lo encontraron. No te digo... ¡adorables!

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