o demasiado cansada,
o cansada y triste.
¿Es posible que los espejismos se instalen en medio de tu casa
y no te des cuenta?...
¿Que una luz se convierta en sombra, cuando no la miras
igual que una planta se seca cuando no la riegas?
¿Que el lenguaje del corazón de repente tenga interferencias?...
Seguro que todo esto es posible y, también, que la luna llena, desde allá arriba, se burle de nosotros con su irónica confusión.
¿Por qué digo... nosotros?
Ángeles Córdoba Tordesillas
La luna llena influye, dicen, en el ánimo de las personas, lo mismo que influye en las mareas de los océanos. Pero pronto se convertirá en menguante y volverán a brotar las sonrisas. Tu escrito sale del corazón. Besos Ángel.
ResponderEliminarGracias, Manolo. Tanto menguante como creciente, al parecer, tiene influencia en nuestros organismos y también es fuente de inspiración para artistas, músicos, poetas, cineastas... ¡Siempre la luna!
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