“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Es muy subjetiva la belleza. Además hay gente bellísima, hermosísima, que no necesita presentación exterior, simplemente es bella.
ResponderEliminarExacto. El estuche es solamente el estuche. Lo que encierra dentro es mucho más moldeable a voluntad que su apariencia externa... tan variable en función de tiempo y circunstancias concretas.
EliminarGracias, Manolo, por tu opinión. Bello momento el leerla.
Afortunadamente para algunos entre los que me cuento...
ResponderEliminarY para algunas... afortunadamente, también.
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