“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
En ocasiones el proceso de auto-contemplación del "ombligo" de uno mismo no deja ver más allá y puede ocurrir lo mismo que a ese Emilio tan "auto" de tu escrito.
ResponderEliminarBesitos.
Efectivamente, Arantza, este Emilio era muy "auto", noche y día. Pero es que estamos en la era de la "autitis", que no autismo, que hace al "autoísta", más autista que al propio autista; sin ánimo de que suscite este comentario malestar, polémica o confusión. Gracias por el tuyo, amiga.
EliminarSiempre ingeniosa, ¡¡hasta para las respuestas!!.
EliminarNo paras, no paras.....jajaja
Besote!!
Tú sí que no paras de hacerme reír con tus comentarios. Eres la pera limonera, Arantza. Gracias.
EliminarAutogeneroso en la complacencia, Demasiado auto para tan poco piloto. Muy bueno Ángel.
ResponderEliminarSí, así es, Manolo. Pero mira, como se estrelló... cambió el auto por la bicicleta. Ahora da pedales cada día y se ha comprado un culotte monísimo que le queda de miedo. Esperemos que esto no haga que se vuelva a subir... a otro auto.
EliminarNo tengo la menor duda. Tu creatividad es auto-mática.
ResponderEliminarMenos para dar las gracias. No lo hago de forma automática, lo hago de forma efusiva: Gracias.
EliminarNo tengo la menor duda. Tu creatividad es auto-mática.
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