Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

19 ene 2015

AZUL DE VIENTO

Sueña la música.
Suena azul el viento.
El frío recorre mi espalda
y te echo de menos,
en esta noche
larga, de enero.
Sin un cuerpo que abrazar,
sobre el que poder descansar
del miedo.
Sueña Mahler,
con los ojos del tiempo.
De las escurridizas notas
se desbordan sentimientos,
deseados, de versos amantes.
Estrambótico lecho,
con perlas de flores
que desgranan segundos,
aproximándose
en silencio… y se van,
como todo,
con el viento azul
del amado norte.
Te envío,
este poema de invierno,
desde un rincón de Madrid
hasta tu corazón.
Y sabes que estoy sola
para todo.
Pero esta noche,
también te quiero.

Ángel C. T. ©2014



6 comentarios:

  1. Poética melancolía preñada de añoranza por el amante lejano de destino incierto. Muy bello poema.

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  2. Suena Mahler para esa remembranza de un amor distante, y suena con cierta melancolía o nostalgia, no se.
    Como me ha encantado lo digo; como me ha emocionado mucho, también lo digo; y como estoy agradecido, te doy las gracias Ángel.

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    1. Y como yo también estoy agradecida por tu precioso comentario, también hago lo propio, Manolo: Gracias, amigo.

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  3. Y yo te doy las gracias por tus preciosos versos de invierno, desde el amado norte escuchando a Mahler.

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    1. Gracias a ti, Arantza, por tu comentario sobre este azul de viento...

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