Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

18 ene 2015

LA PALABRA MÁGICA

Conozco una palabra mágica,
que consigue traer paz, cuando la pronuncia,
al espíritu más atormentado, 
consciente de que infringió dolor.
Y libertad interior al que la escucha, 
en labios de aquél que lo dañó.
Esa palabra no es “Abracadabra” 
sino "Perdón".
Aunque puede ser más asequible a la inversa.
Cuando el alma se serena 
y siente la libertad interior,
el perdón llega fácilmente, 
tanto para el que necesita darlo 
como recibirlo.

Ángel Córdoba Tordesillas.  ©


Acuarelita rápida hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

12 comentarios:

  1. Perdón... por si acaso. Me encanta la magia.

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  2. Muchas personas dicen que pedir perdón es duro y difícil.
    Para mí es una de las palabras más fáciles de pronunciar y siempre la digo con la naturalidad que se merece.
    No es tan difícil.
    Un beso Ángel.

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    1. No es difícil de pronunciar, Arantza, estoy de acuerdo contigo, pero no siempre se hace con sinceridad y humildad. Es una palabra que hay que sentirla, no vale con pronunciarla. Pero estoy segura, que en tu caso, conociéndote un poco, como te conozco, no habrás tenido que decirla muchas veces, pues eres persona reflexiva que antes de hablar o actuar piensas y sopesas tus palabras y tus acciones. Sería estupendo que esto fuera un hábito frecuente entre los seres racionales.

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    2. Como todo quisqui la he tenido que decir y más de una vez, nadie está libre de meter la pata u ofender sin querer. Por eso sé que a mi no me cuesta nada decirla, con naturalidad, sinceridad y humildad, tal como apostillas. A la vez que la digo procuro "enmendar" mi error. Creo que así se aprende mucho.
      Muasss

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    3. De todo se aprende y mucho más si se sabe tener esa humildad para hacerlo. Sé que es un dicho muy manido pero nunca está de más recordar que errar es humano pero rectificar es divino. Gracias, Arantza. Un beso.

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  3. Es una palabra mágica "perdón", y a mucha gente le cuesta pronunciarla por una cuestión de orgullo mal entendido. Pero no basta con pedir perdón siempre, sino, a veces, lo que hace falta es cambiar de actitud.

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    1. Efectivamente, Manolo. Hace falta darse cuenta de que se ha hecho daño e intentar no repetir aquella palabra o conducta que lo causó. Porque si se pronuncia en exceso, la magia de esa palabra, por arte de birlibirloque, desaparece... Gracias por dar tu opinión.

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  4. Por arte de magia....paz en el alma. Bello el perdón, y la palabra que lo representa....un abrazo, amiga.

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    1. Otro abrazo, Susana. Bella la humildad, la sinceridad, la bondad... Todo eso de lo que tú haces gala. Gracias.

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  5. Decir perdón es muy fácil. Perdonar en silencio no lo es tanto.

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    1. Así es, Francisco. "Perdón" `puede ser tan sólo una palabra clave para salir de una situación difícil o acceder a algún tipo de privilegio. En definitiva, una forma más de manipular. Sentir ese perdón es algo con mayor trascendencia... Al primero que sana es al que lo siente, como explico en el texto. Y para perdonar, hay que saber perdonarse... y no, no lo es tanto.

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