Sino rayos del sol
resplandeciente.
Ángel C.T.
Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Maravillosa, no tengo palabras.
ResponderEliminarYo sí tengo una para ti, amiga: ¡Gracias!
EliminarEs el volcán de tu horizonte, ese que captan tus gafitas tan hermoso.
ResponderEliminarGracias, Manolo. Por captar la hermosura de ese horizonte que mis gafitas recogen
EliminarPerfeccionista. Como en todo lo que haces y te propones, has entrado de lleno en el rigor de la supresión verbal de los haiku. Felicidades, no es fácil en nuestro idioma. La foto una belleza, de las mejores que te he visto.
ResponderEliminarGracias, Francisco.
EliminarComo tantas veces decimos, es la naturaleza la que tiene la cortesía de hacernos estos magníficos regalos. Yo sólo... pasaba por allí. Ése fue el mío. Y vuestros comentarios, ahora, otro.