Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Más de uno posees,amiga,pero ninguno brillará nunca como ese corazón que latió al par del tuyo.
ResponderEliminarVaya par de corazones latiendo al mismo tiempo... Puedes deslumbrar con esos destellos del tuyo a todo aquél que decida leer los poemas que fluyen de su interior, latido a latido.
EliminarEn este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira. Todo es según el color de las gafitas conque se mira.
ResponderEliminarTu actitud es tu mayor tesoro... además de tus muchas aptitudes.
Cuanta razón tienes, Francisco. El cristal tras del cual se mire determina nuestra percepción del mundo.
EliminarGracias por tu amable comentario. Un abrazo.
Tu misma ya eres un tesoro para quienes te queremos Ángel, y como si fueran vasos comunicantes, te ofrecemos el nuestro desde el cariño, para que lo guardes para siempre.
ResponderEliminarAquí queda registrado, sentido y guardado en esta nube, para siempre, Manolo. Gracias. Un abrazo.
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