Fotografía de Marlene Dietrich. Nacida el 27 de diciembre de 1901. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Mstlene Dietrich, una mujer cautivadora y enigmatica. Seguro que la bisabuela se acercó a su figura y su cine. Lo dices precioso Ángel
ResponderEliminarEsa buena mujer, cuyo deseo siempre había sido parecerse a aquella a la que admiraba... Con la edad, los recuerdos y los deseos se entremezclan, se confunden, y ya las cosas que cuentan las bisabuelas o tatarabuelas siempre son verdad... lo crean o no los bisnietos o tataranietos, por lo menos para ellas.
EliminarGracias por tu comentario, Manolo.
De ensueños e ilusiones también se vive. Y la felicidad a veces se compone sólo de eso.
ResponderEliminarY de compartirlos, también, con todos aquellos que los tengan. Gracias Arantza. Un abrazo de ensueño y lleno de ilusión, amiga.
EliminarPrecioso relato de un retrato con el que me identifico, aunque aún no tengo nietos ni bisnietos. Gracias. Que tengas un maravilloso 2015, amiga.
ResponderEliminarSiempre me gustó especialmente Marlene Dietrich y no quería dejar pasar la oportunidad de rememorar hoy a esa mujer tan misteriosa y especial siendo 27 de diciembre pues tal día como hoy, nació.
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado y hasta que te hayas sentido identificada con ese retrato. También deseo que este nuevo año sea un gran año para ti, amiga. Gracias Marlene.
Uno de mis grandes amores distantes de la adolescencia... y más.
ResponderEliminarImagino que no fue correspondido... lástima.
EliminarGracias por tu comentario, Francisco.
Yo era muy joven para ella...
EliminarMe ha encantado la sorpresa de ver a la Marlene abuelita dando de merendar a sus nietos.....es lo que tiene la vida, momentos inolvidables de la más alta gloria que se desvanecen en una nube de pasado y sólo nos dejan su vapor de recuerdo, mientras la realidad nos llama
ResponderEliminarTú has visto a Marlene, qué bonito, pero su nombre no es ése, aunque a ella le hubiera gustado mucho. Lo que me parece curioso es que a nadie parece importarle la decisión de los bisnietos... todos prefirieron el pan con chocolate sin excepción. Esa fue su elección.
EliminarGracias por tu comentario, Susana.
A mi me ha inspirado una ternura infinita...siempre "del rosa al amarillo"...y que bien se entienden los nietos con los abuelos.
ResponderEliminarY qué bueno es que algo nos inspire ternura...
EliminarGracias Fátima.