Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

12 dic 2014

EL AFORTUNADO HALLAZGO

Fátima conducía a su yegua, Afectuosa, hasta el pajar a la caída de la tarde y de la hoja otoñal.

Era un amable jueves, sin importancia ni trascendencia ninguna. Excepto por lo que estaba apunto de acontecer… Una gran sorpresa –no añado inesperada, como hacen muchos, pues esa es su naturaleza, de no serlo no serían sorpresas- les aguardaba a ambas en tal lugar, llamado establo por los entendidos en el tema equino y pajar, para los que allí guardan paja.

Con viento ambivalente y juguetón, Fátima tuvo que hacer ligero esfuerzo tirando de las riendas del bello animal. Crines anticipadas en la cabeza de su mascota, de color cobrizo, como las leonas de África y el cobre mismo.

Eran de portada de revista de arte, por la coincidencia de nombres- El segundo nombre de Fátima era el mismo que el de su yegua- Y porque había cariño sincero entre ellas. Hacían buenas migas, y gachas estofadas al horno. Tomadas en recipiente de barro, para que no se fuera el sabor.

Todo pasó porque sí. Fátima gritó con la misma delicadeza con la que solía escribir poesía improvisada, de la que sale a chorros del corazón, a la que no se le puede impedir el paso y se la deja entrar, sin necesidad de autorización ni recomendación, con alfombra roja y lujosa, hasta el del prójimo:

-¡Una aguja!... ¡He encontrado una aguja!... Ahora ya sé que, como siempre supuse, no hay nada imposible.

La yegua celebró el hallazgo insólito de su amita y las dos saltaron de alegría. Afectuosa, se había olvidado que saltar no podía pero, como a la vez descubrieron que todo lo imposible era realizable, pues saltó durante todo el rato que quiso sin escatimar saltos…

-Mira, de tanto brincar, Afectuosa, hemos levantado por el aire toda la paja y te ha entrado alguna brizna en el ojo… Te la limpiaré, porque la vislumbro perfectamente. ¡Vaya, cómo estamos con los refranes esta tarde, amiga!  Ahora tendré que estar atenta por si aparece la viga en el mío, que dicen que no es tan fácil de ver… Luego me voy y escribo un poema de todo esto. A ver qué sale. Y ahora no sé qué hacer… si anunciarlo en los informativos o cambiar el refrán.
-Bien, dijo Afectuosa. Felicidades por ese descubrimiento. Llamaré a los de los telediarios para que vengan a entrevistarte. Será más cómodo.
-Bueno, como quieras, pero ya sabes que no me gusta darme postín ni firmar autógrafos.

Diversos reporteros acudieron de muchos lugares del planeta para colocar el micrófono delante de la yegua. Ésta les hizo la pertinente declaración:

-No he sido yo, ha sido ella. -Señalando a Fátima.- Ella… que cambiará la historia de la humanidad para siempre.
-No te exageres, hermosa yegua… Tampoco será para tanto.-Dijo un pesimista periodista…-¿Y qué dice la aguja de todo esto?-Preguntó, con afán de saber y saber y llegar hasta el fondo del pajar.
-La aguja, prudentemente hasta ahora, ha guardado silencio.-Respondió la yegua con educación.

Entonces apareció la estrella. Se dejó entrevistar para todos los programas nacionales e internacionales de radio, cine, televisión por cable, y la prensa marrón, después de prestarse a posar para algunas fotos en el pajar, que llegaría a ser mundialmente conocido, ya cansada, y con ganas de seguir escribiendo poemas de soslayo –le sonaban las tripas de hambre de poesía-… les despidió a todos amablemente diciendo:

-Adiós, me voy…  No exhiban demasiado mi indumentaria que se pondrá de moda y no estoy para la fama fácil ni para recibir celebridades extranjeras, aunque se tratara del mismísimo Wody Allen. Los fans me aclamarían noche y día y me gusta dormir, siestas inclusive, sobre todo cuando me acuerdo de los sueños. Déjenme que me desvanezca por donde he venido, voy a acostar a Afectuosa y espero que mañana sea un día más tranquilo, con aguja o sin ella. Si consigo encontrar esa viga… ya les avisaremos. Feliz navidad.

La última palabra la tuvo Afectuosa para la prensa:

-Ella es así… llana, andaluza y poetisa.
-Para despedirles les recitaré,-Añadió Fátima, en do mayor, estos versos improvisados, agradecidas como estamos por el interés que se han tomado, por este afilado hallazgo:

“Encontré una aguja en un pajar,
sin ninguna intención de hacerlo.
Desde entonces ya no creo en lo imposible,
pero sí en lo su-real.
Con esta aguja he de hilvanar muchos versos,
de corte clásico y femenino,  
que lo mismo remienden un corazón roto
que arreglen otro descosío.”

                    FIN PROTEGIDO POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

Ángeles Córdoba Tordesillas © (Dedicado a la poetisa: F. R. G.)

12 comentarios:

  1. Me ha encantado!!!! Un Mini relato fantástico, surrealista por los personajes en liza, sobretodo a Fátima en esa guisa, es buenísimo Ángel.

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    1. Muchas gracias por tu comentario Sergi.
      Creo que si alguien fuera capaz de encontrar una aguja en un pajar, sería nuestra amiga.

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  2. Fátima Reyes García13 de diciembre de 2014, 0:42

    Tiene miga,la viga en ojo propio siempre cuesta verla...jijjiji
    Chapeau,Ángel!!!
    Me ha encantado...Muakiss!

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    1. Me alegra que te haya gustado, Fátima, tuyo es. Un abrazo... afortunada.

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  3. Preciosa analogía. Fátima es una aguja de oro en el océano de paja de una red social en la que cabalga, cual desenvuelta amazona, sobre su "Afectuosa" y ágil poesía.
    Emotivo retrato de surrealista prosa poética. Felicidades a la talentosa autora y a la merecida receptora.

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    1. Gracias a ti, Francisco, por ese análisis tan poéticamente elaborado del relato y del retrato del personaje que representa a nuestra querida amiga. Efectivamente haberla conocido, es un hecho tan afortunado como encontrar una aguja en un pajar.

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  4. Jajajaja....me ha encantado....entrañable Fátima la que has pintado con sus refranes, paja, vigas, todo dentro de tu surrealismo habitual. Gracias, Angel

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    1. Gracias a ti por leer con tanto interés lo que escribo y por opinar al respecto, Susana.

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  5. Nos da una gran ternura Fátima, es increible. Tu relato es sensibilidad, cariño y emoción y sentido del humor a partes iguales y en estado puro.

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    1. Así es Manolo. Fátima siempre despierta en nosotros, sus amigos, la ternura, además de por su sensibilidad poética, por su personalidad.
      Gracias por ser tan generoso en tus comentarios sobre estos relatos, para pasar los ratos...

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  6. Mira por dónde!!... y yo sin enterarme que Fátima había encontrado la tan ansiada aguja en el pajar....que desconectada ando últimamente de las últimas noticias. Creo que debo ver más informativos y menos Facebook. jejeje
    Eres increíble Angel. No dejas de sorprenderme.

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    1. Pues sí, Fátíma ha sido la única persona, bajo este sol planetario, que ha encontrado la aguja en el pajar. Y como con este hallazgo, refranero español, ha dado un giro de 180º, estamos a la espera de que encuentre ahora la viga en el ojo ajeno. Nos enteraremos por los medios de comunicación internacionales, seguro. Gracias Atantza, por tu comentario.

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