-Perdone, pero usted ha pedido sopa de pelos.
-Ah, cierto… Bien. Entonces tengo una reclamación distinta que hacer…
-Dígame.
-¿Dónde están los pelos que le faltan a mi sopa?… ¡sólo tiene uno!
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Buen humor corazón, surrealista. Sopa de pelos jajaja, me parto.
ResponderEliminar¿Anda, pues no hay ensaimadas de cabello de ángel?...
EliminarCogido por los pelos, pero no se corta un pelo.
ResponderEliminarTu comentario... le va al pelo, Francisco. Gracias.
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