“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
¡Qué tiemblen los mitos! Desde su nube, los observan y analizan unas incisivas gafitas.
ResponderEliminarAmén. Gracias Francisco.
EliminarA mi siempre me cayó mejor El Lobo que Caperucita, jajaja. Está genial Ángel, lo que ven tus gafitas desde tu nube.
ResponderEliminarEs que esa Caperucita era algo inconsciente y el lobo muy zorro...
EliminarMe parece muy bien que tú prefirieses ese personaje, que apreciaba lo tierno más que la ternura. Aunque me da en la nariz que tú eres más del segundo tipo.
Pero es bueno diferenciarse siempre, hasta en los gustos. Gracias.
Mucho más entrañables, sin duda, y más cercanos. Ay, si los príncipes azules hubieran sido un poco más color carne y hueso...otro gallo nos cantara.....
ResponderEliminarGenial tu recuperación de nuestros personajes de infancia....un beso!
Pues sí, Susana, así es. Esos personajes son mucho más humanos de lo que nos hicieron creer. No me he inventado nada.
EliminarSi te parece bien, tú te quedas con El Gato con botas, de color carne de gato y hueso, y yo con Pulgarcito... sin botas pero "tóo" calvorota. .
Visto así, prefiero a Pulgarcito, que aunque sea calvorota, cosa que por otro lado no me importa en absoluto, al menos no es impotente ;-)
EliminarCierto, lo de la calvicie puede resultar un atractivo añadido- no va con segundas- al aspecto varonil del personaje. Por eso te he comentado que yo me quedo con ese y tú... bueno, lo siento... solamente queda por aquí El Gato con botas... Tú misma. Pero que si quieres que lleguemos a un acuerdo, todo es hablarlo... Tampoco supondría un grave problema su peculiar característica para mí. Un abrazo.
EliminarVaya!!! me acabo de dar cuenta que he estado engañado toda mi infancia, lo que me acaba de dar el día es lo de Cenicienta, ¡¡Quién me lo iba a decir!! En cuanto al personaje que más me gustaba era El gato con Botas, después de lo que me he enterado, me paso a Pulgarcito, prefiero quedarme calvo...
ResponderEliminarLo siento mucho, Sergi, pero las cosas son como son, no puedo cambiarlas para contentaros... ¡Más quisiera yo!
EliminarY eso que, por cierto pudor, me he callado que la preciosa y puntual Cenicienta, manifestaba los fines de semana a partir de las doce de la noche, una tremenda halitosis a juego con su aroma podal.
Con esta información que te paso, de forma gratuita, tú sabrás si seguir en tus trece de lo de la calvicie o prefieres quedarte con el personaje de El Gato con botas. Gracias por dejar tus impresiones y frustraciones infantiles en esta nubecita.
Siempre me han fascinado los lobos y nunca entendí por qué debían ser el malo de la película. Posiblemente el lobo también tenga hambre de ternura.
ResponderEliminarMe ha parecido de lo más tierno este comentario. Gracias Manolo.
Eliminar-Oye, Manolo, tal vez sería bueno que tú y yo, tuviéramos unas palabritas- Dijo la Caperucita antes de ser devorada por esa "tierna" masa carnívora, llamada lobo...
Jijjijiji Nada que ver con los aburridos y perfectos personajes clásicos...¡muchisimo más cercanos y entrañables estos! Deseandito estoy de que los pongas en acción... ¡eres única!
ResponderEliminarMuchas gracias, Fátima. Todo llegará... pienso.
EliminarDe momento tengo otros personajes dando la lata para salir a relucir... sobre la nube.
Un besito, amiga.
Jajajaja.....¡¡"Aquí no se ha librado ni el apuntador"!!, vaya repaso....pobrecit@s.
ResponderEliminarPero es que ya tanto "fueron felices y comieron perdices" está pelín trasnochado, ¡¡vamos....que no se lo cree nadie!!.
Besitos, guapa.!!
Renovarse o morir, dicen... Y de momento, estos personajes quieren seguir existiendo, así pues...
EliminarGracias, Aratnza, por ser un "pelín" iconoclasta a nivel cuentista. Ya somos dos... o puede que más.