Tres arañitas italianas, decidieron viajar en el tiempo, que dura un viaje, y
llegaron hasta la casa de los Reyes Magos en "Orientolandia"…
A una de ellas, como le gusta la charla rumbosa, se la
conoce como “La patilengua”, tiene más lengua que patas… se enrolla hasta con
los picos del pan. A otra, a la más pequeña, Clotilde, la periodista, le gusta
preparar matices de viento, al dente como la pasta… ¡Menuda loca sibarita!, le
llama la segunda, Chari, empezando por arriba, porque le gusta resoplar y
corretear a carcajadas.
“Los reyes tienen cicatrices hasta en las coronas y ya de un
feo dorado que se ha tornado verdoso por el pasar del tiempo, llagas en los
dedos, y las narices hinchadas, de tanto envolver regalos para todos los niños
del mundo-si es que todos... son muchos-. Están empezando a pensar en la
jubilación, pero ahora parece que se ha alargado el plazo. Hasta los
veinticinco siglos trabajados, no cobrarían más que la cuarta parte de su
salario. Y Hacienda les da por todas partes. Y luego los callos en los pies…
esos terribles callos... Los camellos no resultan rentables. A pesar de tanta
leche y galletas que toman en las casas de los chiquillos; que dejan los
padres, estas "chuminadas", no funcionan como combustible. Parece que les falta
fuelle, la edad, o que se están volviendo vagos. Aquí los aparcan dentro de los
armarios, como no tienen más ropa que la puesta… tienen espacio de sobra. En
estos momentos están viendo su telenovela favorita. Los reyes digo, los
camellos me parece que duermen, no les tengo controlados”…
Soy redactora de un periódico italiano, sí. He venido aquí,
haciendo periodismo de investigación y por ahora voy bien. A mis hermanas las he traído, entretejidas, porque se han puesto más pesadas que las moscas, que ya es decir...
-¡Clotiiiiii!.
Vaya, ya me está llamando mi hermana mayor… ¡Qué marimandona es! Puede ser que ya esté preparada la cena. Algún insecto atolondrado que habrá caído en
la tela, mira que les tengo dicho que yo sólo como pasta…
Interrumpo el reportaje momentáneamente, a mi pesar.
Enseguida estoy con ustedes otra vez, desde
un rinconcito del techo de la humilde morada de estas grandes
personalidades. Tengo vocación nata para esto. Les envío esta noche el teletipo
sin falta. No sé ni qué es un teletipo pero bueno…
Ángel Córdoba Tordesillas ©
(A la memoria de dos arañitas que he enviado hoy al otro
mundo, por una negligencia casera. Gracias a dios, una de las tres, ha salido
indemne del “aracnicidio”… Me alegro en el alma. Sirva esto de condolencia y de
homenaje por su fallecimiento prematuro.)
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Acuarelita rápida, de Clotilde y los tres Reyes Magos, pintada con estas gafitas que Dios me ha dado.
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Yo le pido a los reyes que sigas tejiendo tus maravillosas historias,y poder caer cada día en esta tela de araña sedosa que es tu nube...que nos atrapa.
ResponderEliminarSeguiremos tejiendo relatos cortos, largos y de entretiempo, porque esto se me da mejor que hacer calceta. Pero vamos, que todo es ponerse.
EliminarGracias Fátima.
Igual son parientes de las que tengo yo instaladas ya a perpetuidad allá en la casa del pueblo, si ya son como de la familia, no pagan alquiler ni ná.
ResponderEliminarMe has dado una idea, las voy a poner nombres.
Mira Arantza, lo cierto es que me daba no sé qué publicar este breve relato, precisamente, porque soy conocedora de tu poca simpatía hacia este tipo de insecto. Exactamente igual que le sucede a muchas personas. Pero, no podía resistirme a presentaros a Clotilde; esta arañita tan agradable y laboriosa. Y me parecía de justicia que, con todo ese cariño y afán que pone en su trabajo, tuviera la repercusión que se merece. Espero que lo comprendas y lo apruebes.
EliminarPon nombre a las tuyas y mételas en facebook... Gracias, hermosa.
Jjajaja, seguro que es un homenaje merecido. Si está claro que al final a todo se acostumbra un@ y yo las terminaré cogiendo cariño. Iré pensando en nombres y guardaré en un cajón el spray.
EliminarMuasss.
Aún teniendo aracnofobia has conseguido que, con tu historia, las arañitas me resulten entrañables. Pero solo las italianas que cocinan vientos al dente y escriben reportajes sobre los reyes magos....gracias, tejedora de historias!
ResponderEliminarMe alegro de que, a pesar de esa fobia que padeces, al igual que el 90% de la población viva, en la actualidad, te hayan resultado entrañables. Pienso, no sé porqué, que lo mismo les pasaría a ellas contigo, aunque sean conocedoras de tu rechazo inicial. Créeme que te llevarías a las mil maravillas con "La patilengua"... Es pesadita pero sin mala intención. Y si le regalas algún roscón con sorpresa, te convertirías en su mejor amiga, del tirón. Gracias a ti, Susana, por tu emotiva declaración de intenciones domésticas y navideñas.
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