amable y certera,
dulcemente, al oído.
Para que donde no esté mi presencia,
esté mi sentimiento.
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Qué preciosidad de poemita-oración para empezar el día. Es un regalito auténtico,
ResponderEliminarQué bien transmites, Angel.
Un beso grande
¡Y qué bien me hacen tus comentarios, Susana... para empezar el día, la tarde o la noche! Muchas gracias, amiga. Otro beso.
EliminarEl destinatario debe sentirse muy feliz por tener un angelito de la guarda que tanto le da y escribe. Muy bonito, Ángel-
ResponderEliminarGracias, Francisco. Habría que preguntárselo.
EliminarEleva la oportuna consulta. El único riesgo es que te conteste.
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