Sus uñas, en una lucha encarnizada, y encarnada, por el
esmalte rojo mate, conquistaban territorios prohibidos.
El carmín de sus labios dejaba huella en toda boca por donde
pasaba. Estampaba besos sin descanso.
La máscara de sus pestañas proyectaba sombras de seducción
en la piel de los cuerpos desnudos.
El maquillaje se desmayaba por los párpados amantes, de
sonrisas embelesadas en las noches en vela, con velas durante toda la noche.
Le seducía la naturalidad sólo como marca de loción corporal
y la usaba para untar a los hombres junto con aceite de almendras
dulces y masajearles, con crema para las manos, los pies cansados.
-No. Por Estrellita Castro. ¿Qué quieres hacer conmigo?
-Espera, una gota de Channel número cinco mil,
está resbalando por mi cuello… ¿lo hueles?
-No sé si me arrebatas, me seduces o me asaltas, bombón.
-¿Qué te parece si te canto las cuarenta, sin previo ensayo, mientras nos bañamos juntos, vida?
-No digo nada. Cualquier cosa que diga puede utilizarse en
mi contra, en pleno juego. Cántame mientras me repasas la espalda con la
manopla, aunque sean las cuarenta, y me enjabonas con ese gel de algas marinas y esencia de coco. ¡Cuidado
con el collar de perlas! Le has sacudido a la vela, color melocotón en almíbar, que se ha volcado y se están
quemando los cojines de seda natural, con bordados de bolillos, del lecho, querida, junto con tus medias.
-Tranquilo… tengo seguro de incendios… imposible vivir sin
ello. Ardiendo en deseos.
-Lo comprendo… ¿Y un extintor?
-Rompamos el cristal de la ventana con el tacón de alfiler
de mis zapatos y mientras... no dejes de besarme.
-Veo que no se te escapa detalle… amada o similar
Ángel Córdoba Tordesillas ©
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Acuarela pintada con estas gafitas que Dios me ha dado.
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¡¡Qué peligro tiene esa Doña!! Cuidado con ella.
ResponderEliminarCuidadito por peligro de incendio... sin bosques ni hogueras.
EliminarGracias, Arantza.
¡Cómo es ella! Ardiente amada o amante.
ResponderEliminarIncendiaria, sin duda.
EliminarEs la seducción en su estado más sofisticado, aquella que utiliza todas las armas a su alcance para embelesar.
ResponderEliminarMe ha gustado muchisimo.
¿Pero qué te ha gustado muchísimo, Manolo... el relato o la chica?
EliminarGracias.
Jajajaja, el relato claro. La chica tal vez cuando me la presenten.
ResponderEliminarBueno. Prefiero que sea el relato que existe, la chica no lo sé.
EliminarUn abrazo, Manolo.
Genial esta seductora...qué peligro!
ResponderEliminarMuy bueno. Me ha encantado el personaje que has creado, tiene vida propia, es la tentación personificada que te hace arder en el más dulce de los incendios......:)
La acuarelita me gusta mucho, la pena es que está desenfocada.
Un abrazo, Angel
Me alegra que te haya gustado este personaje, Susana. Muy ocurrente ese comentario. Y es verdad que la fotografía está hecha a la virulé. Estas gafitas, ya sabes... algo inquietas... pero mejor me callo que me protestan luego con que me meto mucho con ellas.
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