-No.
Ella se dio media vuelta y se marchó. Pero al día siguiente, de nuevo, regresó para acompañarle. Llamó a su puerta y él la miró y le dio paso. La vanidad es constante y cuando se propone quedarse a vivir con alguien, normalmente lo consigue…
Ángel C. T. ©2014
Al leerlo me ha venido a la cabeza aquella fantástica película : "El cartero siempre llama dos veces" , en la cual existía una atracción-obsesión irresistibles entre dos personas.
ResponderEliminarBesos Ángel.
Sí, Arantz. Vi aquella pasional película y también recuerdo ese dramático final... curiosa asociación de ideas.
EliminarGracias.
Una cierta persistencia, sin llegar al agobio, es importante a la hora de alcanzar alguna meta. Cortito y precioso relato. Me encanta.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Manolo. Una cierta persistencia puede ser positiva. Una persistencia intensa puede terminar por hacer que nunca se llegue a conseguir el objetivo. Gracias por tu comentario.
EliminarYo pienso que hay que saber interpretar, los "noes", que a veces son "sies" y viceversa.
ResponderEliminarTodos somos susceptibles de ceder ante la presión de ciertos visitantes que insisten en convivir con nosotros y adoran la vulnerabilidad humana.
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