-¿Le gusta la lechuga empanada?
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
17 feb 2015
SALA DE ESPERA
-¿Le gusta la lechuga empanada?
Me he reído un montón con su-realidad y me ha hecho pensar en clave de metáforas que, si no son ciertas, están bien encontradas. Hay quien limpia la cera de los oídos con leche (mala) hirviendo.
ResponderEliminarFelicidades y gracias por ofrecer tantas lecturas con tan pocas líneas.
Me alegra que te haya divertido este minirrelato, Francisco, metáfora de la sociedad en que vivimos. Hablamos pero tantas veces no nos entendemos... en ocasiones es porque no oímos bien -como les sucede a estos pacientes de esta curiosa sala de espera- pero la mayoría de ellas es porque escuchamos solamente lo que dice nuestra mente, mientras el otro habla y cree que le escuchamos a él. .
EliminarTienes razón Angel. Eso es lo que pasa......cómo cuesta escuchar-escuchar. Muchos besos
EliminarBueno es que, por lo menos, nos demos cuenta de ello, Susana. Y creo que con sentido del humor comprendemos mejor todo. Muchos besos para ti, amiga, y gracias.
EliminarJajajajaja....y todos tan contentos, a lo suyo.....surrealista de lo más real. :)
ResponderEliminarSurrealista e imperialista, digo.
EliminarEs una manera como otra cualquiera de "desconectar" cuando algo no nos interesa. Hacernos los sordos.
ResponderEliminarLa sordera a veces puede ser selectiva.
¡¡Me lo he pasado genial con tu relato!!. Gracias Angel.
A veces es selectiva, Arantza. Cierto es. Hace falta un buen oído para discriminar bien lo que se desea o no escuchar. Me alegro de que te haya entretenido. Gracias por tu comentario.
EliminarMe he divertido muchísimo, me ha hecho reir, y también me ha hecho reflexionar en relación a lo que oimos y lo que escuchamos. Esta escrito con la frescura y originalidad de siempre, y eso nos permite su lectura en más de una ocasión sin que nos canse en absoluto y disfrutando de cada párrafo.
ResponderEliminarEstoy encantada de que os resulte divertido este minirrelato, Manolo. Y si además sirve de reflexión sobre el tema de diferenciar entre oír y escuchar, mejor que mejor. Gracias por tus halagos a mi forma de expresar estas estrafalarias historietas, "reales" como la vida misma.
EliminarGenial, Ángel, no me gusta repetirme, pero es verdad que eres única haciendo un tierno y divertido disparate de una cruda realidad.
ResponderEliminarGracias, Fátima. Perdona si yo me repito diciéndote lo amable que eres siempre con tus comentarios pero es lo que pienso, amiga.
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