Bellas vaquitas,
bucólicas amigas,
tan inocentes...
Ángel C. T. ©
Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Son hermosas, hacen bucólico e l paisaje, pero ten cuidado, porque tozan y embisten. A mi me pilló una vaca de jovencillo jaja.
ResponderEliminarPreciosos e interesantes tus paseos.
Manolo, pues yo me paseo entre ellas casi a diario y nunca me ha pasado nada. Creo que ellas también me van conociendo...
EliminarSiento que tuvieras una mala experiencia con una en tu infancia.
Gracias por tu comentario.