Fotografía ampliada, hecha con estas gafitas que Dios me ha dado. |
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Pues aquellos hipys, dejaron algo de su espiritu en mi...me encanta practicar el carpe diem, asumido que un dia moriré...;)
ResponderEliminarMe alegro, querido o querida anónimo, de que tengas tan claro, clarinete, que lo un día llegó un día se irá y, hasta que suceda lo segundo, practiques el carpe diem y lo que te apetezca, siempre y cuando sea con alegría. Salud y que tarde mucho en llegar esa fecha inexorable.
EliminarCarpe diem, vive con intensidad, cada momento, cada instante, solo atrapas el presente, pese a los recuerdos que conforman tu existencia. Solo nosotros tenemos el conocimiento de nuestra propia muerte.
ResponderEliminarA cada momento estamos naciendo y muriendo. Gracias, Manolo.
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