“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
23 jun 2015
QUID PRO QUO
Ángel C. T. © 2014
¡¡Tantos "Quid pro quo" como ese.... demasiados!!.
ResponderEliminarSi son consentidos por ambas partes, ni tan mal.
¡Ahí está! Cada pareja tiene sus propias reglas del juego, si consideran su relación como tal. Gracias, Arantza.
EliminarQuid por quo consentidos y/o pactados, pues como muy bien.
ResponderEliminarPues como que sí, ¿verdad?
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