Despierta… y sola.
Despierto y llora.
Interrogantes sobre el suelo.
Desánimo, cubriendo
las paredes
en esta casa
que es mi cuerpo.
El que dejaste,
luchando,
cansado,
cribando,
entre un sol y otro.
Tristeza,
por momentos, desconsuelo.
Viuda,
sin casamiento previo,
por la lejanía
y la falta de noticias.
Hoy cumples, o cumplirías, 60.
Felicidades.
Allá donde estés.
que tu esencia
viva siempre
y bondadosa y noble
tal y como tú fuiste, eras, o eres.
A saber...
Mi amor y el tuyo son uno.
Y seguirá volando libre,
por los siglos de los siglos.
Si pides un deseo
que sea yo tu deseo,
es mi deseo.
Ángel Córdoba Tordesillas ©
Precioso y emotivo, Ángeles.
ResponderEliminarGracias, Raúl. Me alegra que te lo haya parecido.
EliminarMe has emocionado y mucho.
ResponderEliminarAnte este maravilloso poema-homenaje poco más se puede decir.
Muchos besos, Ángel.
Ante tu sensible comentario, tampoco puedo decir mucho, Arantza.
EliminarEl día de hoy tiene para mí un significado especial. Él merece que le siga recordando, esté donde esté. Y seguro que donde quiera que sea, le llegará mi sentimiento. Gracias. Besos para ti.
Había leído el poema y me emocionó muchísimo; lo releo de nuevo, es precioso, tanto que no me había percatado de Leonard Cohen, un poeta de la música, un músico de la poesía. Maravilloso homenaje que seguro llega a su destino.
ResponderEliminarMe encanta.
Me alegra que te haya encantado, Manolo.
EliminarEs muy bonito ese comentario que has hecho sobre Leonard Cohen: "Un poeta de la música y músico de la poesía". El destino al que ha de llegar es a ese corazón del que quiera leer y escuchar. Creo que en tu caso así ha sido. Sientes la música de una forma especial. Gracias.