De tu dulzura no me pongo a dieta,
porque un empacho de ti
no suma kilos a mi silueta.
Ángel C. T. ©
“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a
Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.
Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.
Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.
Queeee bonito piropo te ha salido Ángel. Que venga dulzura a raudales, que no engorda nada, o tal vez solo el corazón.
ResponderEliminarPues que venga y sin llamarle antes.
EliminarGracias, Manolo, muy amable y sobre todo dulce, tu comentario.